La clave es la adaptación: un cuerpo sano debería ser capaz de adaptarse a los continuos factores de estrés mental, químico y físico.
El ganador del premio Nobel, Hans Selye, escribió:
«El secreto de la salud y la felicidad está en saber ajustarse bien al constante cambio de las condiciones de este planeta; la penalización al fracasar en este gran proceso de adaptación es la enfermedad y la infelicidad. Muchas enfermedades comunes son grandes errores relacionados con nuestra respuesta de adaptación…
Muchos disturbios nerviosos y emocionales, la presión alta, las úlceras gástricas o duodenales, y ciertos tipos de enfermedades sexuales, alergias, problemas cardiovasculares y renales suelen consistir en enfermedades causadas por falta de adaptación.»
Tener una columna vertebral sana y un sistema nervioso sano ayuda a que nuestro cuerpo responda y se adapte mejor a su medio ambiente.
Referencia: Selye, H. The Stress of Life (Rev. ed.) New York: McGraw Hill, 1976